En 2016, Juan Cruz y Juan Ignacio, dos amigos con pasión por los emprendimientos fundaron Wayfarer: una marca de gorras que rápidamente se destacó en el mercado. Inspirados por sus experiencias en el extranjero, comenzaron a diseñar gorras sin ningún conocimiento textil, solo con el deseo de crear algo auténtico.

Wayfarer nació con una visión clara: ofrecer productos innovadores y de alta calidad para los viajeros modernos. La marca no tardó en distinguirse por su atención al detalle y compromiso con la excelencia.

"Desde el principio, sabíamos que queríamos crear algo único, algo que realmente resonara con nuestros clientes", nos cuenta Juan Cruz.

El camino no fue fácil. En sus primeros años, enfrentaron múltiples desafíos, desde la competencia hasta la falta de recursos financieros. Sin embargo, su espíritu emprendedor y dedicación los llevaron a buscar constantemente nuevas oportunidades de aprendizaje y crecimiento. "Nos capacitamos, aprendimos a editar y a manejar nuestras propias campañas de marketing porque no teníamos los recursos para contratar a expertos", recuerda Juan Ignacio.

El punto de inflexión

Durante la entrevista, Juan Cruz y Juan Ignacio nos comparten lo importante que fue encontrar a Ecodiem, un gran aliado para ellos. "Decidimos apostar por Ecodiem porque compartimos valores similares y veíamos en ellos una oportunidad para escalar nuestro negocio de manera significativa", nos comparte Juan Ignacio. Esto marcó un punto de inflexión en la trayectoria de Wayfarer: con el apoyo de Ecodiem, pudieron acceder a recursos y estrategias que les permitieron optimizar sus operaciones y expandir su alcance.

Su participación en el PAE (Programa Acelerador de E-commerce) de Ecodiem fue clave. Estaban buscando mejorar y perfeccionar sus estrategias, y lo lograron gracias a su decisión de unirse al programa. Los chicos cuentan que Rodri y el equipo les brindaron una asesoría personalizada que fue súper importante para el crecimiento de la marca. A través de esos espacios pudieron afianzar sus conocimientos y posicionar la marca en el camino que los llevaría al éxito actual.

Romper el miedo y cuestionarse las cosas que uno hace es fundamental para crecer como emprendedor

En poco tiempo, aumentaron su producción y lograron triplicar sus consultas y pedidos. Además, registraron su marca en Australia, preparando el camino para una expansión internacional. "Nuestro objetivo es estar en cinco países en cinco años" dice Juan Ignacio con confianza.

La nueva sede de Wayfarer, un espacio de 520 metros cuadrados lleno de luz natural y áreas recreativas, refleja los valores y la filosofía de la marca: "Queremos que nuestro equipo venga a trabajar con ganas, que sientan que este es un lugar donde pueden crecer y desarrollarse", agrega Juan Cruz.

Hoy Wayfarer es una marca sólida y reconocida, con una comunidad fiel que valora su autenticidad y calidad. Su éxito es un testimonio del poder de la perseverancia, la pasión y la formación continua. Esta marca es un testimonio vivo de cómo la educación continua y el compromiso con la mejora constante pueden transformar una visión en una realidad exitosa.

"La inversión en capacitación es clave. Si querés crecer, tenés que arriesgar".